7 Reglas Contra Intuitivas Para Hacer Crecer Tu Negocio

Cuando se trata de nuevas empresas, hay un crecimiento y luego un crecimiento ultrarrápido. Hacer crecer una empresa no es fácil; si así fuera, todos lo harían. Como la mayoría de las cosas de valor en este mundo, se necesita de mucho, en general. En esta ocasión iremos en contra del sentido común para tener éxito, tendrás que violar muchas de las “reglas” de administración que están diseñadas para la eficiencia y la minimización de riesgos. De hecho, para lograr tus objetivos de crecimiento agresivo ante la incertidumbre y el cambio, debes seguir un nuevo conjunto de reglas que se oponen a lo que se enseña en las escuelas de negocios y es completamente contrario a la intuición de las “mejores prácticas” aceptadas de cualquiera de los dos.

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Regla # 1: Abrazar el caos

Planes anuales. Orientación de ingresos. Los negocios tradicionales se esfuerzan por el orden y la regularidad en la gestión, las operaciones y los resultados financieros. Este deseo de orden y regularidad tiene sentido, ya que permite a las empresas afinar su enfoque para que sea lo más eficiente posible y les da a los accionistas una agradable sensación de estabilidad. Pero cuando estás creciendo rápidamente, estás eligiendo explícitamente sacrificar la eficiencia por la velocidad, lo que significa que el enfoque tradicional en el orden y la regularidad debe ser reemplazado con una disposición única para abrazar un nivel de caos que horrorizaría a la mayoría de los estudiantes de Harvard y sus profesores.

Sin embargo, es poco probable que el simple hecho de mover las manos traiga el éxito; Sucumbir pasivamente al caos no es una estrategia ganadora. Abrazar el caos, por otro lado, significa aceptar que existe incertidumbre y, por lo tanto, tomar medidas para manejarlo. Si sabes que cometerás errores, la respuesta no es sentarte y esperar a que las respuestas te encuentren, ni tampoco cobrar por adelantado sin preparación o previsión. Aún puede tomar decisiones inteligentes basadas en tu estimación de las probabilidades, incluso sin certeza. Y, quizás lo más importante, puedes asegurarte de que tienes la capacidad de corregir tus errores.

Regla # 2: Contrata a la “Sra. Ahora Mismo”, no a la “Sra. Correcta”

Durante la mayor parte de la historia de Silicon Valley, la sabiduría convencional sobre la contratación de ejecutivos para una empresa de nueva creación fue atraer rápidamente a un ejecutivo que pudiera escalar. Esto significaba contratar a alguien que tenía experiencia con organizaciones mucho más grandes, la idea era que su experiencia sería útil en una etapa posterior.

Contratar a alguien que ha estado administrando 1,000 personas para dirigir una compañía de 10 personas es en realidad contraproducente.

Hoy en día, esta regla ya no se aplica. La competencia darwiniana es tan feroz que su organización debe estar al tanto de la etapa actual de escalado. Necesitas gerentes y ejecutivos que estén “bien” para la fase actual de crecimiento; después de todo, no tendrás que preocuparte por la próxima fase si tu equipo no puede llevarte ahí. Contratar a alguien que ha estado administrando a 1,000 personas para dirigir una empresa de 10 personas es en realidad contraproducente, porque las habilidades necesarias para tener éxito durante esas dos fases son muy diferentes.

Parte de contratar a la “Sra. Ahora Mismo” también significa saber cuándo dejar ir a alguien cuando el momento pasa. Por ejemplo, una gran diseñadora puede sobresalir en la ejecución de un proyecto para una sola persona, pero es menos efectiva trabajando como parte de un equipo de diseño más grande.

Regla # 3: Tolerar el manejo “malo”

Cuando crece tu negocio a gran velocidad, la velocidad es más importante que tener una organización “bien dirigida”. En circunstancias normales, debes esforzarse por lograr la coherencia y la estabilidad de la organización. Las organizaciones caóticas e inestables ponen nerviosos a los empleados y dañan la moral. Pero cuando se está ampliando a la velocidad de la luz, es posible que debas reorganizar la empresa tres veces en un solo año o en repetidas ocasiones a través de los miembros de tu equipo de administración. Cuando tu organización está creciendo un 300 por ciento por año, es posible que tengas que promover a las personas antes de que estén listas y luego intercambiarlas si se hunden en lugar de nadar. No tienes tiempo para ser paciente y esperar a que las cosas funcionen; Tienes que actuar con rapidez y decisión. Siempre hay muchos cambios, y gran parte de ellos no son voluntarios. Estás construyendo equipos y la empresa simultáneamente. En aras de la velocidad, incluso puede sorprender o cegar a tu gente para reducir el tiempo requerido para tomar e implementar decisiones importantes.

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Regla # 4: Lanzar un producto que te avergüence

No es que debas esforzarte por producir un producto malo. Más bien, si necesitas elegir entre llegar al mercado rápidamente con un producto imperfecto o llegar al mercado lentamente con un producto “perfecto”, elije el producto imperfecto. Llegar al mercado rápidamente te permite comenzar a recibir los comentarios que necesitas para mejorarlo. Cualquier producto que hayas afinado cuidadosamente en función de tus instintos en lugar de las reacciones y datos reales del usuario es probable que pierda la marca y requerirá una iteración significativa de todos modos. La velocidad realmente importa, y el lanzamiento temprano te permite subir la curva de aprendizaje a un gran producto más rápido.


Regla # 5: Deja que el fuego arda

En cada etapa del crecimiento, siempre hay muchos más pendientes y problemas que reclaman tu atención. Es posible que te sientas como un bombero, excepto que en lugar de tratar de extinguir un incendio en un solo lugar, puedes ver incendios separados a tu alrededor, y no tienes tiempo para apagarlos todos. Una de las maneras en que los empresarios pueden mantenerse vivos es decidiendo dejar que se quemen ciertos incendios para que puedan concentrarse en los incendios que, si se les permite enfurecerse sin control, realmente destruirán la empresa. ” A lo que dices no es más importante que lo que dices sí”.

No puedes ignorar esos fuegos para siempre, son realmente peligrosos y eventualmente requerirán atención, pero no son relevantes en algunos puntos del crecimiento de tu marca, porque extinguirlos no mueve la aguja en el resultado esperado.

Regla # 6: Trabajo desechable

Paul Graham, cofundador de Y Combinator, escribió un famoso ensayo en el que aconsejó a los empresarios que hagan cosas deshechables. Este consejo es acertado para nuevas empresas jóvenes, pero es aún más importante para las nuevas empresas de rápido crecimiento.

Un truco que toma una décima parte del tiempo puede ser más útil que una solución elegantemente diseñada.

Los ingenieros odian hacer un trabajo desechable. No solo es un desperdicio, sino que también ofende su sentido de eficiencia. Son fieles creyentes en la sabiduría convencional que dice que es mejor construir su producto correctamente la primera vez, así solo tiene que hacerlo una vez. Pero cuando estás creciendo, la ineficiencia es la regla, no la excepción. Para priorizar la velocidad, podrías invertir menos en seguridad, escribir código que no sea escalable y esperar a que las cosas empiecen a romperse antes de crear herramientas y procesos de control de calidad. Es cierto que todas estas decisiones darán lugar a problemas más adelante, pero es posible que no tengas más adelante si se demora demasiado en construir el producto. Un truco que toma una décima parte del tiempo puede ser más útil que una solución elegantemente diseñada, incluso si se tiene que desechar más tarde.

Regla # 7: Ignora a tus clientes

La regla fundamental del servicio al cliente ha sido durante mucho tiempo “el cliente siempre tiene la razón”. Pero para muchas empresas de rápido crecimiento, la regla clave es “proporcionar el servicio al cliente que puedas, siempre y cuando no te detenga, y eso puede significar decir no” Muchas startups ofrecerán solo asistencia por correo electrónico, o ninguna ayuda, confiando en que los usuarios se encuentren y se ayuden entre sí en los foros de discusión.

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En una escala absoluta, ignorar a tus clientes rara vez va a ser positivo. A los clientes les gusta sentirse escuchados, e ignorarlos eventualmente agotará el suministro de buena voluntad de tu empresa. Sin embargo, hacer que los clientes se sientan ignorados es a menudo uno de los incendios que es más fácil dejar que se quemen hasta que haya terminado de combatir los incendios más grandes y mortales.

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By Val Escobedo

Val Escobedo es una experta en finanzas personales para mujeres. Su objetivo personal es "convertirte en una ninja de tus finanzas personales". Al día de hoy más de 4,000 mujeres han tomado sus curso y cambiado su vida para siempre.