¿Te sientes gruñóna? Le sucede a cualquiera de nosotras. El estrés es una cosa, pero algunos días, tu cerebro simplemente decide que está de mal humor y se siente imposible vencerlo. No cedas. Aquí hay 10 formas simples de vencer al mal humor.
10. Come y ejercítate
A veces, simplemente darle a tu cuerpo lo que necesita puede cambiar tu estado de ánimo, sin importar qué lo haya causado. A veces lo que te molesta no es realmente el problema, tal vez tu cuerpo solo necesita algo de comida. Entonces, antes de hacer cualquier otra cosa, dale a tu cuerpo lo que necesita: comer algo. Si ese no es el problema, haz un poco de ejercicio y haz mover la sangre. Incluso un paseo puede hacer la diferencia, y si puedes, hazlo afuera bajo el sol. Es increíble lo que un poco de atención a tu cuerpo puede hacer por tu cerebro.
Artículo relacionado: 5 Sencillas Acciones para Mejorar tu Vida en el Trabajo
9. Haz algo creativo
Puede que no sientas ganas de hacer “trabajo” cuando estás de mal humor, pero en realidad puede ayudarte a salir de tu estado de ánimo. Los investigadores han descubierto que el mismo “enfoque y alerta sobre los problemas” que causa un mal humor en realidad puede ser algo bueno cuando se es creativo, y puede generar más emociones positivas. Entonces no solo matarás ese mal humor, ¡sino que tu trabajo también será mejor!
8. Rompe con una sonrisa
Probablemente hayas escuchado esto antes, pero vale la pena repetirlo: las investigaciones muestran que poner el ceño boca abajo en realidad te hace más propensa a experimentar un estado de ánimo positivo. Por supuesto, si intentas fingir demasiado, puede ser contraproducente, así que asegúrate de acompañar esa sonrisa con algunos pensamientos positivos para ayudarlo.
Te puede interesar: El Valor de una Sonrisa
7. Haz algo agradable para alguien más
Hacer algo bueno para los demás puede hacerte sentir bien, incluso si estás de mal humor. Entonces, si intentar hacerte feliz no está funcionando, intenta hacer feliz a otra persona. Podría ser algo grande o algo pequeño, todo ayuda.
6. Escuchar música
La música es una cosa mágica. Un estudio encontró que 10 minutos de música clásica minimizaron los estados de ánimo negativos de los participantes, y no es el único. Encuentra la música que funcione para ti y presiona play. Tal vez esa es una música alentadora, o tal vez es algo enérgico para que la sangre bombee. Escuchar algo que no conoces podría ser útil también: nuestros cerebros ansían la novedad, por lo que una canción con la que no estés familiarizada podría ser justo lo que necesitas.
5. No desahogues tu frustración
Uno de tus primeros impulsos puede ser desahogar tu frustración, pero en realidad es una mala idea. Contarle a alguien más lo que sucede puede hacerte sentir mejor en el momento, pero mantiene tu ira presente en lugar de deshacerse de ella, que es, en última instancia, lo que quieres hacer. Por lo tanto, intenta canalizar eso hacia una energía más positiva (como hacer ejercicio) en lugar de hacerlo de manera negativa (como gritar y arrojar cosas).
4. Detener el impulso
Desafortunadamente, una vez que reconoces que estás de mal humor, tu cerebro sigue esperando cosas malas, convirtiendo un mal humor en un mal día. Así que toma el control de esto antes de que comience, y asegúrate de no dejarte ir por el mal humor. Si puedes, trata de evaluar qué te pone de mal humor y trata de darle un giro positivo, incluso si es “estoy motivado para hacerlo mejor la próxima vez”.
3. Respira… y despeja tu mente
Es un cliché, pero tomar algunas respiraciones profundas realmente puede ayudarte a calmar. Es simplemente meditación, que se ha demostrado que tiene toneladas de beneficios mentales. Entonces, aunque parezca tonto, encuentra un espacio tranquilo, respira y limpia tu mente por solo dos minutos. Te sorprenderás de lo bien que te sientes después.
2. Encuentra los patrones
Si este mal humor es solo un incidente aislado, entonces puedes continuar una vez que haya pasado. Pero si esto es algo que ocurre con más frecuencia de la que te gustaría, es hora de profundizar un poco más y encontrar la raíz del problema. Lleva un diario y todos los días para ver qué patrones surgen; tal vez sea lo mismo lo que desencadena tu estado de ánimo, o tal vez simplemente no estés desayunando los días en que te encuentres gruñóna. Sea lo que sea, encontrar el patrón es el primer paso para derrotarlo.
1. Ver a través de
Por último, si bien puede parecer contradictorio, es posible que debas dedicar algún tiempo a lo que le molesta. Si es algo con lo que tienes que lidiar, presionarlo no te ayudará. En cambio, piensa en lo que te está volviendo loca, ya sea una mala noticia o alguna otra cosa, y deja que tu cerebro lo procese por completo. Si lo haces, en realidad puedes disminuir el efecto que tiene sobre ti. Eso no quiere decir que debas detenerte en ello todo el día, pero si es algo que necesitas superar, es mejor que lo hagas ahora, que dejarlo pudrirse.